La investigación que lleva a cabo el Departamento de Enfermedades Neurológicas y Envejecimiento se centra en el estudio de las enfermedades neurológicas, con objeto de identificar mecanismos patogénicos, nuevas dianas terapéuticas y estrategias de neuroprotección. Los diferentes grupos abordan el reto de avanzar en nuestro conocimiento de las enfermedades neurológicas, de causa genética o no, independientes o asociadas a la edad, o por daño agudo o crónico. Para ello, aplican una investigación multidisciplinar que va desde las moléculas y las células hasta los organismos completos, proporcionando la experiencia adecuada necesaria tanto para la investigación fundamental como para la traslacional.
Los grupos de investigación del Departamento de Enfermedades Neurológicas y Envejecimiento se localizan en dos líneas principales: Neuropatologías y Neuroimagen Preclínica. La primera aborda el reto de comprender los cambios integrales que ocurren en distintas enfermedades neurológicas para desarrollar terapias y estrategias de neuroprotección que mejoren la vida de los pacientes. Se estudian desde enfermedades genéticas del neurodesarrollo, hasta patologías asociadas a la edad como son el ictus y las enfermedades neurodegenerativas. Destacar los estudios centrados en las enfermedades de Parkinson, Alzheimer y ELA, tautopatías, isquemia, acción de las hormonas tiroideas en el sistema nervioso central, hidrocefalia y síndrome SINO.
En la línea de neuroimagen se utilizan técnicas de imagen de última generación, incluyendo un equipo MRI-PET recientemente concedido y único en el CSIC y en la UAM, para avanzar en nuestra comprensión de las patologías humanas en base al estudio en modelos animales que permitan la identificación de biomarcadores. Resaltar en esta línea el estudio del glioblastoma multiforme, la neuroinflamación y el análisis del balance energético global en el cerebro.
Existen además tradicionales colaboraciones científicas con investigadores de otros centros de investigación nacionales e internacionales, lo que permite compartir los conocimientos generados, así como con investigadores clínicos lo que favorece y potencia y su traslación al ámbito clínico.